
Aquella puerta que una vez fue risa
resquebraja su madera
y las grietas, como la carne,
sangran.
Despelleja los recuerdos
que emergen
para burlar al sol,
que apenas por las hendijas
entra .
Hay un hedor a lenta muerte
detrás de ella,
a siglos de cigarro
y café insomnes
esperándola.
Él sueña con ese rostro
que no envejeció en el tiempo,
delira con una carta
al despertar.
ÉL
aún espera antes de marcharse
volver a verla cruzar el pórtico.
resquebraja su madera
y las grietas, como la carne,
sangran.
Despelleja los recuerdos
que emergen
para burlar al sol,
que apenas por las hendijas
entra .
Hay un hedor a lenta muerte
detrás de ella,
a siglos de cigarro
y café insomnes
esperándola.
Él sueña con ese rostro
que no envejeció en el tiempo,
delira con una carta
al despertar.
ÉL
aún espera antes de marcharse
volver a verla cruzar el pórtico.
Dura esperanza marchita, y a la vez fiel a lo que antes fué.
ResponderEliminarmi abrazo
Gracias por tu lectura y visita toni. Otro abrazo para vos y buen 2012!
ResponderEliminar